El acné de la madurez

Domingo, 5 de octubre de 2003

Leo una entrevista con Dustin Hoffman donde, a parte de mostrarse natural e imperfecto, habla sin tapujos de su edad. Tiene muchos años, pero no lo parece. Dice que ha descubierto que tiene acné y eso le hace feliz. Corro a mirarme al espejo y ni rastro de acné. Pongo la «cara de Rain Man» y es para reír. Por eso soy humorista. Tengo una amiga que se encontró una vez a Dustin Hoffman en una terraza de un bar en Italia. «No le dije nada». Me para un señor por Barcelona y me chilla: «¡Ya era hora!». Qué susto. Y yo pienso: «¿ya era hora, de qué?». No me lo aclara.

Un periódico asegura que Maragall va primero en las pre-elecciones. Depende del periódico que elijas, claro. Si no te miras ninguno, no pones la tele y escondas la cabeza bajo el suelo, es posible que ni te enteres que hay elecciones. Claro que solo lo disfrutarás los dos o tres minutos que aguantes sin respirar.