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Domingo, 22 de abril de 2007

Vuelvo de Ponferrada, con la sensación de haber «cerrado» todo el asunto del micrófono de oro, la renúncia y su posterior polvareda. Ha sido un viaje intenso y relámpago. Una conferéncia ante un público maravilloso, al lado de Luís del Olmo y Risto. Preguntas, fotos, bastantes verdades en una sala donde solo había curiosidad y cariño. Así da gusto. Así lo reflejó el Diario de León.En PonferradaBuenafuente: «Discrepar no es un pecado, es salud mental»
El popular presentador cumple su palabra y ofrece una charla a los ponferradinos, pero confirma que hoy no va a recoger su premio.
Con el alcalde por los suelos, sentado en primera fila por falta de asientos, el auditorio de la Casa de la Cultura abarrotado y el público entregado, Andreu Buenafuente cumplió ayer su palabra y se presentó en Ponferrada para ofrecer una charla dentro de la Semana de la Radio. De paso, confirmó que hoy no estará en la gala de los Micrófonos de Oro para recoger su premio, en desacuerdo con el galardón concedido a Jiménez Losantos. «No me quedo, mantengo lo que dije, y mi presencia aquí es para aclarar las cosas, porque quiero estar con Luis, nuestro maestro y referente, y no quiero quedar mal con Ponferrada», aseguró el presentador de Antena 3 al subir al escenario. Después, sentado entre Del Olmo y un televisivo Risto Mejide que no apeaba las gafas de sol ni la gorra, reivindicó su derecho a discrepar para abrir «un debate sano» sobre la forma de ejercer el periodismo. «Discrepar no es pecado. Es un síntoma de salud mental», afirmó reclamando humildad en una profesión viciada.
«Los periodistas y la gente de la comunicación, como interlocutores de lo que pasa, deberíamos concienciarnos un poquito más más de la verdadera importancia de nuestro papel», advirtió.