La lección

Miércoles, 18 de noviembre de 2020

Siempre decimos que hay que saber reírse de uno mismo como si eso fuera fácil. No lo es ni mucho menos. El pudor, la autoestima, esa tendencia de estar a la defensiva o vete tú a saber qué otros resortes, actúan como frenos y lo hacen muy difícil a veces contra nuestra voluntad.

Aunque finjamos que sí, que somos tolerantes y autoparódicos, a menudo no lo somos. Por eso, cuando Ferran Adrià aceptó entrar en el juego de sorprenderme, de venir a Madrid en plena pandemia para entrar al trapo, me demostró (otra vez) su grandeza. Sabía que yo le parodiaba y no le importó. «Mira lo cabreado que estoy», decía sonriendo. Y yo, como cómico un poco cobarde que soy, me quedé en paz.

Los cómicos nos desatamos trabajando pero nos cortamos ante los parodiados. Es así. De lo contrario estaríamos locos, rayando la psicopatía.

Adrià puso todas las piezas en su sitio. Restableció el orden, justificó la comedia, me dió paz y alas. Por eso es uno de los más grandes que he conocido. «¿Shalha o shopa?»

Ferran Adrià y Andreu Buenafuente

Gracias equipo

Miércoles, 30 de septiembre de 2015

Dice Ferran Adrià que no hay que hablar en términos de «tengo un equipo» y agradecer a todas esas personas que te apoyen. Eso es egocéntrico e inexacto. «Yo no tengo equipo porque SOY parte del equipo», añade. Me gusta y me hago mías sus palabras para hablar de toda la gente (fantástica, entregada, buenos profesionales) que han hecho posible el rodaje de nuestra primer peli «El pregón».

Nos hemos pasado seis semanas juntos, trabajando doce horas diarias. Eso, o te une o te destruye y ha pasado lo primero. Me gusta considerarme parte de ese equipo, si me aceptan, y pensar que gracias a que el engranaje humano ha funcionado a la perfección, hemos podido asumir un reto de tales proporciones. Muchas de los compañeros llevan un montón de pelis a sus espaldas, pero para mi todo era nuevo, difícil, exigente y desconocido. Por eso recordaré siempre y lo recordaré emocionado que me hayan ayudado a normalizar tanta presión y convertirla en comedia, en cine, en oficio, en no sé cuántas cosas… Eso es lo que quería decir, sin saber todavía como quedará la peli, cómo será recibida y esas cosas. Ahora la experiencia, la gente y el agradecimiento.

Equipo de 'El pregón'

El instinto

Miércoles, 3 de abril de 2013

Hay trabajos que te hacen mejor persona. Pocos, pero los hay. Y cuando eso sucede, tienes la necesidad de contarlo, de compartirlo, porque lo mejor es compartir lo bueno. Eso es lo que noté la otra noche en Barcelona cuando pusimos en marcha el ciclo de conferencias Instint. «Conocimiento entretenimiento», así lo denominamos.

Invitamos a personas listas que estimulen el pensamiento, las ganas de salir adelante, de luchar por lo tuyo, de recuperar tu dignidad y las ponemos en contacto con un público masivo en un teatro. El primer invitado no podía ser otro: Ferran Adrià. El hombre que revolucionó la cocina ahora se propone revolucionar internet. Ya verán… El caso es que, después de más de dos horas con Ferran, sacamos en claro algunas ideas básicas. Por ejemplo, que el éxito, en sí mismo, no es ningún objetivo. «Tienes que mirarte al espejo y preguntarte si eres feliz. A partir de ahí, trabajar y trabajar por lo tuyo».

A Ferran no le gusta la palabra éxito, ni triunfo, ni todas esas patrañas que no son más que zanahorias atadas a un palo. Ferran te anima a seguir tus instintos, a ponerle emoción y pasión. Ferran se pregunta continuamente el por qué de las cosas y cómo podemos mejorarlas. Dijo muchas cosas y pidió muy en serio que no se escatime ni un euro en investigación, ni en innovación. «Hay que invertir en eso a corto y largo plazo, porque es lo que asegurará un futuro a los más jóvenes de este país».

¡Ojalá le hicieran caso nuestros dirigentes! Todos esos políticos más preocupados por apagar incendios que por sembrar y construir. ¡Ojalá hicieran caso de sus instintos! Porque los instintos, la intuición , el sentido común, están conectados directamente a la razón y la eficiencia. Lo demás es humo, fuego, que una vez apagado solo dejará un bosque quemado. Y yo no quiero que España sea un bosque quemado.

«El Berenjenal» en Interviú.

Instint

Miércoles, 13 de marzo de 2013

El instinto es libre, personal, un impulso, un motivo, una esperanza… El instinto es un montón de cosas y, ahora, será un ciclo de conferencias. Una de esas iniciativas por las que me siento orgulloso de pertenecer a El Terrat. Pero es justo decir que INSTINT será posible gracias a la colaboración con mi querido Albert Om y su productora Dies Tontos, un referente de calidad en Catalunya con su programa «El convidat» para TV3.

Hemos unido nuestras intuiciones y hemos sumado experiencias. En la presentación del otro día quise recordar a Punset: «es el momento de compartir y no de competir». Lo subscribo más que nunca. También es el momento de escuchar, de aprender, de interpretar un mundo en plena transformación. Ahí es donde plantamos nuestro INSTINT, concretamente en el teatro BARTS del Paral.lel.

Conocimiento, entretenimiento y un primer padrino inspirador y ejemplo: Ferrán Adrià. Se lo dije a Albert anoche: «antes de empezar, ya estoy contento». Debe ser la felicidad de haber creado algo muy bonito, con un gran futuro por delante. Una pequeña atalaya que nos permita elevarnos sobre la confusión y la crispación general.

Instint